miércoles, 12 de mayo de 2010

Semana Santa 2010

En verdad que la pasamos muy bien. Teníamos mucha salud. La convivencia con los miembros de la familia, los vecinos del apartamento y otros allegados, nos llenaban de alegría y paz. Toda la emoción se reflejaba en nuestras miradas.

Hacía 8 años que no pasaba una Semana Santa con tiempo suficiente. Las otras veces, no le sentía mucho sabor, porque el tiempo que me quedaba para compartir era muy poco, agitado por el trabajo y los compromisos de estudio. Con tan pocos días, a veces mi mente se quedaba en el trabajo.

Pero el 2010 ha sido mi año sabático. Toda ha transcurrido con calma. Menos trabajo, menos estrés, menos preocupación, menos dinero pero mayor disfrute del tiempo y de las cosas que no puedes comprar con dinero, porque son gratis. Las cosas maravillosas como contemplar la flores del jardín, bañar al perro, escuchar música, dar un paseo por las orillas del río, jugar con los niños.  ¡Qué vida!

Aquí comparto algunas fotografías de esa temporada. Pues ahora, empiezo de nuevo a trabajar y a estar en reuniones y compromisos por aquí y por allá.  Pero, los recuerdos han lo suficiente para mantener mi mente llena de alegría. En su orden: Keylin, los 4 fantásticos (Diego Robinson, Juliancito, Keylin y Sherly), Mikaela y Roberto.





Aqui comparto algunas fotos del Sábado de gloria, donde la plaza de Sacapulas se llena de tantas personas que vienen a participar de los toros sueltos. La tradición consiste en que un grupo de voluntarios, solicita los toros a los carniceros y se los llevan a la plaza. Ahí les amarran en la espalda un Judas hecho de trapo, una ametralladora de cuetes; luego queman los cuetes y lo sueltan, entre la gente. El toro corre como loco botando en su paso a personas, mesas o lo que encuentre. Las personas corren de un lado a otro, se suben donde pueden... empujan en su paso a otros... esa es la alegría. Un toro manso no tiene sentido y rápidamente es sacado de la escena de diversión. Los voluntarios, inexpertos, porque no son toreros, tienen lazos para apresar al toro. Entre todos logran hacerlo. Inician soltando uno pero después sueltan dos toros simultáneamente. A la gente le encanta, pues, la adrenalina sube y el peligro aumenta. Este año, 6 toros estuvieron en escena.
Lo bueno es que ahí se encuentran voluntarios socorristas de Bomberos y de la Cruz Roja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario